Y dejar que te acompañe fielmente desde el fondo de mi alma hasta el fin de la eternidad
Esta postura es novedosa, simple y excitante. Posibilita una enorme gama de sensaciones genitales y sexuales. A fin de que la situación no resulte agotada, es vital que la mujer apoye sus pies en el suelo, así como contar con una silla maciza y fuerte.