Sábado y domingo cerrado
Con lo cual, ya estábamos donde debíamos estar. Su mirada reflejaba a ese hombre que andaba buscando, tremendo, ardiente, poseído, apasionado, lascivo, entregado, misterioso, posesivo, oscuro, endiablado, algo cruel, desmandado, amo y señor de lo que es suyo, Amo y Señor de mí.