Esa mirada, como resulta lógico, no puede ser una mirada indiferente y desprovista de pretensión
Cuando damos amor curamos a la otra persona sin saberlo. Hay muchas personas con heridas profundas en el alma, que necesitan de la medicina del amor. También hay personas enfermas emotivamente, están llenas de odio y rencor en el corazón que necesitan ser sanadas por el poder del amor.