Usted se preguntará…¿porqué debo poner has oraciones como las siento, aun la palabra no?
Cuando yo le invito, pago . A no ser que proteste mucho; entonces pagamos a medias. Si no obstante, sus protestas amenazan con dejarle impotente, le dejo pagar con la promesa de que la próxima vez me encargaré yo de la cuenta.